Para, piensa
Sí. Sí podemos colaborar para paliar el dolor de las personas que se ven obligadas a migrar. Aunque escuchemos en algunos medios de comunicación noticias alarmantes tratadas de manera morbosa. Aunque escuchemos mensajes desasosegantes que inducen al odio. Mensajes que van acumulando un poso xenófobo en parte de la opinión pública sobre personas que antes no eran xenófobas. Mensajes que se dirigen a las vísceras y no a la razón, y que en tiempos de crisis y pandemia hacen mella, permean en muchas personas. Mensajes que crean un clima de miedo a la pobreza, de aporofobia, de miedo a que nos quiten, en algunos casos, lo poco que tenemos y, en otros, el privilegio de vivir de forma acomodada. No hagamos caso de ello, informémonos por distintos medios. Paremos, repensemos y analizemos: ¿Por qué huyen esas personas? ¿Hemos huido también en el pasado? ¿Qué prejuicios y estereotipos pesaron sobre nuestros antepasados cuando huyeron? ¿Cómo simplificaban esos estereotipos su humanidad y su compl